Alimentación y prevención de cáncer

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A mediados de los años 80 se estableció que un 35% de los tumores malignos tienen origen o están relacionados con la alimentación. Es así como los expertos la sitúan como uno de los factores de riesgo tumoral más importantes dentro de los factores ambientales y de prevención.

Al igual que la alimentación puede aumentar el riesgo de formación de tumores la naturaleza nos ofrece una gran variedad de alimentos que pueden actuar como protectores. Cereales integrales, frutas y verduras frescas son los que con mayor probabilidad nos mantendrán lejos de padecer esta enfermedad. Hay que comer de todo un poco, pero siempre con moderación.

Los alimentos que se consideran más beneficios para evitar la aparición del cáncer son: las legumbres, las nueces, las verduras de hoja verde, las hortalizas, los cítricos, el pescado azul, el hígado y los huevos. Por ello es recomendable introducirlos en la dieta diaria. Veámos por qué:

Las mujeres tienen más posibilidades de padecer cáncer

Es muy importante que las mujeres cuiden su alimentación, ya que, por desgracia, son más propensas a padecer cáncer. Además, según diversos estudios, existen tres tipos de cáncer que las afectan especialmente: el cáncer de mama, el de colon y el ginecólogico.

En general, las dietas hipercalóricas, las ricas en grasa y proteínas son las más peligrosas, junto con algunas formas de cocinar como los hechos al carbón, barbacoa y ahumados. Por el contrario, la fibra, vitaminas y algunos minerales forman el grupo de protectores frente a los tumores. También existe consenso en que los alimentos vegetales reducen el riesgo de cáncer.
Por otro lado, el alcohol, las dietas ricas en grasas y la obesidad aumentan el riesgo de cáncer de colon y recto, y posiblemente el de mama, próstata y riñón.

En esta oportunidad vamos a mencionar algunos alimentos que pueden ayudar a prevenir muchos tipos de cáncer y además nos permitirán mantenernos saludables y llenos de vitalidad.

Aceite

La grasa del aceite de oliva puede prevenir el cáncer de colon y del recto. Este aceite actúa sobre los ácidos biliares, mejora la circulación y oxigenación de los tejidos, protege las arterias y las mantiene flexibles. Asimismo, ayuda a bajar el colesterol malo, controla la presión arterial, reduce notablemente los niveles de azúcar en la sangre. Además, es un poderoso antioxidante, por lo cual ayuda a prevenir el cáncer.

El agua

El agua, sin ser un alimento que aporte algún tipo de nutrientes o vitaminas, es un poderoso e insustituible líquido que no puede faltar en nuestra vida. Sin agua ningún ser viviente puede subsistir, puesto que el agua nos ayuda a limpiar el organismo de toxinas.

La persona que no consume las cantidades adecuadas de agua corre el riesgo de padecer estreñimiento, lo cual lleva a la acumulación de toxinas que afectan la salud integral, además de sufrir deshidratación. Es muy importante mantener todos los sistemas de nuestro organismo debidamente hidratados para que su funcionamiento sea correcto. Por eso es imprescindible tomar por lo menos dos litros de agua al día.

Ajos

Tanto el ajo como la cebolla contienen alicina, un compuesto rico en azufre, que ayuda al hígado a eliminar las toxinas que se acumulan en la sangre.

El arroz integral

En el arroz integral se encuentran algunas sustancias anticancerosas que protegen contra el cáncer de colon, el de mama y el de próstata.

Algas

Éstas son depurativas con abundantes vitaminas, minerales y fibra. Asimismo, ayudan a reforzar el sistema inmunológico, por lo cual se recomiendan para evitar los efectos secundarios que se producen después de un tratamiento de quimioterapia y radioterapia.

Cítricos

Como todos lo sabemos, los cítricos contienen vitamina C, que es un poderoso antioxidante. Además, están compuestos de flavonoides, protectores de los capilares sanguíneos que mantienen las membranas permeables y oxigenadas.

Coles

Las coles, el brócoli, el repollo, la coliflor, los berros y el rábano son productos alimenticios que no deben faltar en la dieta diaria, ya que sus compuestos ayudan a reforzar las defensas y eliminan los radicales libres, brindando protección a las células.

Las fresas

Las fresas son ricas en fibra, vitaminas y minerales. Sus poderosos efectos depurativos limpian el organismo de toxinas.

Frutas del bosque

Las moras, los arándanos y las grosellas son ricas en un pigmento llamado atocianina, este es de color morado y es un antioxidante muy poderoso. Además, son ricas en vitaminas A y C, así como en minerales, pectinas y ácidos vegetales. En la actualidad se están realizando algunos estudios sobre los efectos que pueden tener estas frutas en la prevención de la leucemia.

Frutos Secos

Las nueces, las avellanas, las almendras y las semillas de girasol son una gran fuente de vitaminas E y B. Contienen minerales como el magnesio, el selenio y el zinc y además brindan una buena cantidad de antioxidantes.

Legumbres

Las lentejas, los garbanzos, los guisantes y las judías, son verdaderos alimentos anticancerígenos. Son muy ricas en fibra, la cual protege contra el cáncer de colon principalmente.

La manzana

La manzana contiene ácidos clorogénicos y elágicos, los cuales pueden evitar la aparición de cáncer. Esto se demostró mediante experimentos realizados con animales. La manzana contiene pectina y fibra que ayudan a eliminar las toxinas a través de las heces.

El melón

El melón es muy rico en betacarotenos y antioxidantes. Además, es muy bajo en calorías, así que ayuda a prevenir los tumores que se relacionan con la obesidad.

Miel

Este es un producto natural que tiene propiedades antisépticas, antinflamatorio lo que permite evitar las infecciones que se producen por la baja en las defensas después de un tratamiento contra el cáncer.

Pescado

Los ácidos grasos omega-3 son muy importantes para la salud del corazón y las arterias. Además, se recomiendan como tratamiento complementario en aquellas personas que padecen cáncer.

Los pimientos

Los colores vivos de los pimientos verdes, rojos y amarillos son muestras de la riqueza que poseen en betacarotenos, los cuales, junto a la vitamina C, son unos poderosos antioxidantes que protegen las mucosas. Otro compuesto que tienen los pimientos es la capsaicina: bloquea los productos precancerosos que se pueden encontrar tanto en las carnes y los pescados ahumados.

La remolacha

La remolacha en su color morado contiene un poderoso regenerador celular llamado betaínas.

El té verde

Este producto contiene polifenoles, los cuales anulan por completo los efectos de las nitrosaminas. Cuenta con poderosos antioxidantes y ayuda a proteger de las radiaciones ambientales.

El tomate

El tomate consumido crudo es rico en licopeno, un caroteno que le aporta el color rojo. Asimismo, es un poderoso protector contra el cáncer de próstata.

El tomate contiene algunas sustancias en la cáscara y en las semillas que pueden ser anti-cancerigenas.

Las uvas

Las uvas consumidas con la cáscara y las semillas, tienen un poderoso antioxidante llamado resveratrol, el cual bloquea los agentes cancerígenos e impide el crecimiento de algunos tumores.

El yogurt

El yogurt contiene bacterias benéficas, las cuales permiten que la flora intestinal se regenere, evitando de esta manera que los productos tóxicos hagan mella en el proceso digestivo. Es especialmente útil para prevenir el cáncer de colon, pero se puede asegurar su utilidad contra todo tipo de tumores.

La zanahoria

El color anaranjado que tiene la zanahoria se debe a su gran riqueza en betacarotenos, que son unos poderosos y reconocidos antioxidantes. Es un vegetal especialmente recomendado para las personas que consumen o han consumido tabaco, por la gran capacidad que tiene para regenerar las células del epitelio respiratorio.

En definitiva…

Como se puede observar claramente, mediante esta gran lista de alimentos que pueden prevenir el cáncer en diferentes partes del cuerpo, es una realidad que la alimentación es clave para prevenir muchas enfermedades. Hay que tener en cuenta que, si mediante estos alimentos que nos brinda la naturaleza es posible prevenir una enfermedad tan agresiva, como el cáncer, de la misma manera podemos evitar muchas otras complicaciones de salud, consumiendo alimentos saludables y órganicos.

 

En conclusión, es aconsejable llevar un ritmo de vida activo. Realizar deporte de manera habitual y constante es muy importante. Además de toda esta actividad física, también se debe cuidar la alimentación. Es preciso elegir bien los alimentos consumidos, y no excederse en aquellos que contengan grandes cantidades de grasa. Si bien toda persona debe cuidar su alimentación, las mujeres deberán hacerlo de forma más intensa, para prevenir enfermedades como el cáncer. Tratar de permanecer tranquilo, evitando los episodios frecuentes de estrés, de mal genio, procurando mantenerte siempre alegre.

Fuente: UNED

Estrés emocional y cáncer

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El doctor Pere Gascón ha demostrado que existe una estrecha relación entre la inflamación, el sistema nervioso y el tumor maligno

Pere Gascón (Barcelona, 1949), es uno de los máximos exponentes internacionales en la investigación que vincula sistema nervioso –las neuronas, el cerebro– y cáncer. Ejerce en el servicio de Oncología del Hospital Clínic. Fue su responsable hasta el 2015.

Es inmunólogo tumoral  investiga el microambiente que rodea al tumor: los linfocitos, los macrófagos… con el fin de atacar al cáncer. Por desgracia, él y su equipo descubrieron que cuando un tumor se ha aposentado bien, las células de su microambiente, que son parte del sistema inmunológico, cambian de chaqueta y se ponen de parte del tumor. Los macrófagos, que estaban para defendernos, se pasan al bando del cáncer. Los fibroblastos, que daban consistencia al tejido conectivo, apoyan al tumor y lo favorecen. Así sucede en todos los cánceres.

En la metástasis (diseminación de un cáncer a varios órganos) sabemos que cuando se produce, existe un nido celular previo que se aprovecha de procesos inflamatorios crónicos asintomáticos, que tenemos en diferentes partes del cuerpo sin saberlo. El cáncer siempre surge de un proceso inflamatorio, y crece más en ese ambiente. Es su microambiente.

Por ejemplo, el tabaco causa una inflamación crónica en los pulmones. Fumas e irritas constantemente los bronquios. Eso es un campo abonado para que se produzca una mutación y que una célula cancerosa anide allí. Las células del propio tejido inflamado se van multiplicando, con intención de repararlo, hasta que hay un error.

La solución al cáncer se encuentra en nuestro propio sistema inmunológico pero aún queda mucha investigación en este campo. Se han identificado las células que impedían actuar al sistema inmunológico. Hay fármacos específicos para tratar metástasis por melanoma, cáncer de riñón, y otros. Esas personas, antes morían en pocas semanas y ahora están viviendo hasta cinco años. La línea inmunológica, combinada con otras, puede ser la respuesta al cáncer en la primera mitad del siglo XXI.

Hace 20 años el Dr. Pere Gascón descubría en EEUU que existía una comunicación entre sistema nervioso y cáncer. Luego, si en las células cancerosas existen receptores de neurotransmisores, eso significa que el sistema nervioso está dialogando con el cáncer. Se ha demostrado  que el sistema nervioso, en general, propicia el crecimiento del cáncer, forma parte de la formación y el crecimiento del tumor.

El cáncer es consecuencia de un proceso lento, y el organismo tiene una capacidad de regeneración brutal. Cada hay  más evidencias de que cuando una persona sufre estrés crónico –por la muerte de una persona querida o la pérdida de un hijo– esas emociones conducen a un estrés en el que se liberan citoquinas inflamatorias, sustancias que crean un ambiente proinflamatorio del que no se es consciente. Sabemos que los estados estresantes, deprimentes y crónicos, son estados proinflamatorios.

En cambio, cuando el sistema nervioso está equilibrado, las defensas están óptimas. Un buen sistema nervioso que permite dormir bien, estar equilibrado y hacer ejercicio físico potencia el sistema de defensas.

Por tanto, lo que causa el cáncer no es la emoción, sino el proceso que conduce a un ambiente celular inflamatorio, que es esa situación personal negativa. El estrés emocional crónico (el estrés continuo, el que quita el sueño, y que puede surgir en el trabajo o en una complicada vida familiar) puede poner en marcha el proceso que inicia un cáncer. La predisposición genética junto con el control mental de cada cual es determinante.

Fuente: Entrevista al Dr. Pere Gascón en diario El Periódico

 

 

Todo sobre la donación de médula osea

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Con motivo del día Mundial Contra la Leucemia la Fundación Cáncer y Vida pretende animar a todos los ciudadanos en la donación de médula.
No queremos que ningún paciente enfermo y candidato a trasplante de médula se quede sin posibilidad de curación por no tener un donante compatible en su familia. El 80% de los enfermos no disponen de él, por eso la urgencia de la donación de médula ósea. Lo mejor es que hacerse donante de médula no es doloroso ni peligroso, únicamente con una extracción de sangre podemos ¡SALVAR VIDAS! sin ningún perjuicio para la salud.
Cada año 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. Muchas necesitarán un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad. 3 de cada 4 pacientes no tendrá un familiar compatible.

El trasplante de médula ósea es la única esperanza para muchos afectados de leucemia y otras enfermedades de la sangre. Consiste en sustituir las células enfermas del paciente por células sanas de un donante.

PARA SER DONANTE DE MÉDULA HAS DE CUMPLIR UNOS REQUISITOS:

– Tener entre 18 y 55 años (todos son bien recibidos pero especialmente los donantes de entre 18 y 35 años)
– Gozar de buena salud

PARA SER DONANTE DE MÉDULA TIENES QUE DAR 3 PASOS:

PASO 1: Infórmate

La donación de médula ósea puede salvar vidas y requiere un proceso relativamente sencillo, pero es una decision importante que requiere un compromiso por lo tanto son necesarias una meditación y lectura relajada. Una vez inscrito como donante de médula ósea estarás a disposición para dar células madre de la sangre para cualquier persona del mundo que lo necesite.

La donación de médula ósea es anónima y altruista, no es para alguien específico sino para cualquier paciente del mundo que lo necesite. Es un compromiso con los demás y la única donación que se puede hacer en vida y en la que las células se regeneran al 100% y sobretodo la única curación posible de la que dependen cientos de personas.

PASO 2: Inscríbete

Si cumples los requisitos para inscribirte como donante de médula ósea y te has informado bien, ya puedes inscribirte. En la web de la ONT puedes consultar los datos de contacto de todos los centros de referencia de donantes de España. Llama al más cercano a tu domicilio y te dirán dónde tienes que ir y en qué horarios. Una vez allí, normalmente te extraerán una muestra de sangre como en el caso de una analítica normal y tendrás que rellenar el consentimiento informado.A partir de ese momento quedarás disponible para todas las búsquedas de donante que se inicien desde cualquier registro del mundo.

PASO 3: Si resultas compatible…

¿Cómo se obtienen las células madre del donante? Se puede llevar a cabo de dos maneras:

1. Sangre periférica: Obteniendo células madre de sangre periférica después de la administración de 4-5 inyecciones subcutáneas de unos agentes llamados «factores de crecimiento» que hacen pasar las células madre de la médula al torrente sanguíneo.

2. Médula ósea: Extrayendo sangre medular de las crestas ilíacas (parte posterior-superior de la pelvis) mediante unas punciones. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general o epidural y requiere ingreso hospitalario de 24 horas. Actualmente se realiza este procedimiento sólo en el 20% de los casos o para pacientes con enfermedades muy particulares que responden mejor a este tipo de donación.

Para cualquier duda puedes contactar con nosotros en el teléfono 902 457 458.

 

 

Cómo detectar el cáncer de piel

detectar cancer de piel

La mayoría de las personas tienen manchas en la piel. A veces pueden ser signo de una enfermedad grave. Los mayores de 45 años o aquellos que se han expuesto al sol mucho tiempo sin protección, deben prestar atención a las marcas en su piel. ¿Sabes en qué fijarte para detectar manchas sospechosas? Te lo descubrimos.

Para detectar a tiempo un posible cáncer de piel se debe revisar la piel una vez al mes. No todas las manchas cancerígenas aparecen en zonas expuestas al sol o en zonas visibles. Así es aconsejable revisar todo el cuerpo, por detrás y por delante, con la ayuda de un espejo.

Cara. Presta atención a posibles manchas en la cara, incluyendo la nariz, los labios, la boca y las orejas por delante y por detrás. Estas zonas suelen estar más expuestas al sol sin protección y por ese motivo pueden ser zonas de riesgo.

Cuero cabelludo. Revisar la piel entre el pelo utilizando un peine, separándolo por capas con suma atención.

Manos. Se deben examinar las manos, las palmas, dorso y la zona entre los dedos.

Brazos. Es importante revisar la parte interna del brazo y las axilas, lugares que no cubrimos con protectores solares o no del todo bien.

Pecho. Hay que fijarse también en el cuello, el pecho y la parte superior del cuerpo. Las mujeres deben revisar, además, el escote y la zona de debajo de las mamas.

Espalda. Con ayuda de un espejo revisar también la espalda y la nuca. O pedir a alguien que la revise por nosotros.

Extremidades inferiores. También hay que examinar los glúteos, las piernas, por ambos lados, y los pies incluyendo las plantas y los espacios entre los dedos.

Hay que prestar especial atención sobre manchas que cambien de tamaño, de color o forma o que sean asimétricas o con tacto áspero y varios colores; que pican, sangran o no cicatrizan. Ante cualquier sospecha o duda sobre manchas lo más recomendable es siempre  consultar con un dermatólogo.